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Buscan al cura que se ató a mil globos para volar
Quería alcanzar un récord Guinnes pero desapareció en Santa Catarina, Brasil. Decoló con dos celulares, un GPS y ropa térmica, pero no hay noticias.
El padre Adelir de Carli tiene 41 años y desapareció en los cielos el domingo, cuando se alzó en Paranaguá, estado de Paraná, atado a mil globos coloridos de fiesta. El viento fuerte lo llevó hacia el litoral de Santa Catarina, y luego no se lo vio más. Sus familiares llegaron ayer a São Francisco do Sul para unirse a la búsqueda, pero también sus fieles están en esa tarea. El sacerdote viajó con dos celulares y un aparato GPS, además de que fue vestido con ropa térmica. Por eso, sus allegados tienen esperanzas de todavía hallarlo. De Carli estaba contento y nadie imaginó que nada malo pudiera suceder. Varios lo ayudaron a la hora de amarrar los globos y, aun con lluvia, él siempre creyó en que el viaje saldría bien. El interés por la hazaña fue divulgar la religión y crear un santuario para camioneros. Los feligreses vienen haciendo vigilias y ayudan en la búsqueda. Las aeronaves que procuran encontrarlo dejaron de sobrevolar Santa Catarina, donde no se lo vio más, durante la noche. Hoy retoman el trabajo. Además, un barco pesquero voluntario y un navío de rastreo de la Marina seguirán buscando. Carli quería volar durante 20 horas. El domingo a la mañana, hizo una misa para pedir por el buen tiempo y luego decoló, llevado por mil balones coloridos. En la tarde, desde el aire, hizo un pedido de ayuda: "Preciso entrar en contacto con el personal para que me enseñen a operar el GPS para dar coordenadas de latitud y longitud, que es la única manera de que alguien sepa dónde estoy", había dicho, según el diario OGlobo, de Brasil.
Buscan al cura que se ató a mil globos para volar
Quería alcanzar un récord Guinnes pero desapareció en Santa Catarina, Brasil. Decoló con dos celulares, un GPS y ropa térmica, pero no hay noticias.
El padre Adelir de Carli tiene 41 años y desapareció en los cielos el domingo, cuando se alzó en Paranaguá, estado de Paraná, atado a mil globos coloridos de fiesta. El viento fuerte lo llevó hacia el litoral de Santa Catarina, y luego no se lo vio más. Sus familiares llegaron ayer a São Francisco do Sul para unirse a la búsqueda, pero también sus fieles están en esa tarea. El sacerdote viajó con dos celulares y un aparato GPS, además de que fue vestido con ropa térmica. Por eso, sus allegados tienen esperanzas de todavía hallarlo. De Carli estaba contento y nadie imaginó que nada malo pudiera suceder. Varios lo ayudaron a la hora de amarrar los globos y, aun con lluvia, él siempre creyó en que el viaje saldría bien. El interés por la hazaña fue divulgar la religión y crear un santuario para camioneros. Los feligreses vienen haciendo vigilias y ayudan en la búsqueda. Las aeronaves que procuran encontrarlo dejaron de sobrevolar Santa Catarina, donde no se lo vio más, durante la noche. Hoy retoman el trabajo. Además, un barco pesquero voluntario y un navío de rastreo de la Marina seguirán buscando. Carli quería volar durante 20 horas. El domingo a la mañana, hizo una misa para pedir por el buen tiempo y luego decoló, llevado por mil balones coloridos. En la tarde, desde el aire, hizo un pedido de ayuda: "Preciso entrar en contacto con el personal para que me enseñen a operar el GPS para dar coordenadas de latitud y longitud, que es la única manera de que alguien sepa dónde estoy", había dicho, según el diario OGlobo, de Brasil.
3 comentarios:
para mi que el cura era gallego...!
Ese cura es un pelotudo.Ojalá que no lo encuentre nunca, que caiga en una selva impenetrable y se lo coman de a pedazos los monos salvajes.
Pelotudo, tomate un avión hijo de puta
para para.... funciona?! ya me pongo a buscar globos...alto flash!
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