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El miércoles 10 de noviembre de 2010 en el Estadio River Plate conocí a un Beatle:
Paul McCartney.
Además de haber disfrutado intensamente de las 3 horas de concierto, excelente música y hermosas sensaciones, considero que he participado de un momento histórico. Uno de los momentos más inolvidables de mi vida. Y un hecho para mi vida que será como una puerta traspasada sin vuelta atrás. Entré en el Mundo Beatle y cada detalle que voy conociendo me entusiasma más!
A los 10 años habré escuchado las primeras canciones que me llegaron de los Beatles a través del fanatismo de mi prima Laura. Pero la Beatlemanía me pasó por el costado...
En mi adolescencia, una vez atravesada la barrera de la música melódica de Ricky Martin y Alejandro Sanz, me encontré con el Rock and Roll de la mano de los Rolling Stones que me fueron presentados por mi amigo Titi y mi amiga Nati. Ser una "rollinga" me ponía de la vereda de enfrente de los Beatles, al menos eso creía yo en ese momento desde mi ignorancia...
En mis clases de inglés tuve en mis manos algunas letras de las canciones más tontas del grupo, cosa que tampoco me entusiasmó mucho.
Pero por suerte viajé a Madrid, y conocí a Joan, que me enseñó a disfrutarlos. A encontrar el talento de cada uno de ellos, sobretodo el de George. Y conocí a Flor que con su locura por Paul y a través de sus numerosos viajes a Londres y a Liverpool me enseñó mucho y me fue contagiando su pasión. Pasión cuando estalló una vez que The Beatles Rock Band entró a nuestra casa de la mano de la Wii... Los Beatles ya eran míos y yo de ellos para siempre!!! :)
Ahora al haber formado parte de este concierto tan especial que Paul dio en Argentina, siento la necesidad de más. De saber más, de escuchar más, de leer más, de verlos más.
Y viendo, escuchando, y leyendo, me fui apasionando con la vida y el talento de George Harrison. Creo que de haber vivido joven como él en los 60', hubiera sido su fan nº1 y le hubiera dedicado más de un grito histérico de desesperación groupie.
Me encanta...
...y me da mucha pena que no esté más con nosotros y que no haya podido disfrutar alguno de sus conciertos en vivo. Para compensar voy a comenzar por hacerme de sus trabajos y embriagarme de sus canciones, de sus acordes, de sus melodías.
Por lo pronto, sueño con Something, Here comes the sun, while my guitar gently weeps, my sweet lord,... pero QUIERO MÁS!
